Mari Leivis Sánchez, subcampeona olímpica en los 71 kilogramos de halterofilia en los Juegos Olímpicos de París 2024, es un ejemplo vivo de cómo la perseverancia y la determinación pueden superar cualquier obstáculo que la vida presente. Su historia es una prueba de que, aunque no podemos controlar todas las situaciones, sí podemos decidir cómo enfrentarlas.
Nacida el 8 de octubre de 1991 en Turbo, Antioquia, Mari Leivis Sánchez Periñán no tuvo una vida fácil, pero desde pequeña demostró un carácter fuerte y una pasión inquebrantable por el deporte. Las calles del barrio Juan Veintitrés fueron testigos de sus primeras incursiones en el mundo deportivo, aunque en ese momento la halterofilia no estaba en su horizonte. Fue Raquel Salomé Correa, una entrenadora con visión, quien la convenció de probar en el levantamiento de pesas, a pesar de que Mari Leivis sentía una atracción especial por la lucha.
El apoyo familiar fue crucial en su camino. Su madre, Erlinda Periñán, siempre estuvo a su lado, brindándole el soporte necesario para enfrentar los desafíos dentro y fuera del deporte. Mari Leivis nunca dejaba que nada la detuviera, ni la lluvia ni las largas caminatas diarias podían con su compromiso hacia los entrenamientos. Empezó a practicar halterofilia a los 13 años, y en su primera competencia, los intercolegiados en Apartadó, se coronó campeona, mostrando desde entonces una tenacidad y enfoque notables.
Con el tiempo, la antioqueña fue perfeccionando su técnica y destacándose en competiciones juveniles, lo que la llevó a integrar la selección juvenil de Antioquia. Una de sus primeras victorias importantes fue en el Campeonato Nacional Juvenil en Bogotá, donde su valentía y determinación la llevaron al primer lugar.
Sin embargo, su camino no fue siempre ascendente. Problemas personales la alejaron temporalmente del deporte, pero su pasión por la halterofilia la llevó a regresar con más fuerza. Inspirada por su sueño de representar a Colombia a nivel internacional, Mari Leivis comenzó a acumular medallas, destacándose en eventos como los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla 2018 y el Campeonato Panamericano de Santo Domingo 2020.
A medida que su carrera avanzaba, también lo hacían los desafíos. Las lesiones y otros obstáculos no pudieron frenar su ímpetu, especialmente después del nacimiento de su hijo, Ismael Elías, quien se convirtió en una motivación adicional para seguir luchando.
Para el ciclo olímpico rumbo a París 2024, Mari Leivis consolidó su esfuerzo ganando medallas en competiciones clave como los Juegos Bolivarianos de Valledupar 2022 y los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2023. Aunque un desgarro en febrero de 2024 puso en duda su participación en el Mundial de Tailandia, su fe y tenacidad la llevaron a recuperarse y asegurar su clasificación a los Juegos Olímpicos.
El 9 de agosto de 2024, en el South Paris Arena 6, Mari Leivis demostró una vez más de qué estaba hecha. En una competencia estratégica y reñida, su concentración y determinación la llevaron a realizar levantamientos decisivos, asegurando una medalla de plata con un total de 257 kilogramos. Su logro es un testimonio de que, con esfuerzo, trabajo constante y una mentalidad firme, es posible alcanzar los sueños más grandes.
Mari Leivis Sánchez no solo se ha ganado un lugar en la historia del deporte colombiano, sino que también ha inspirado a muchos con su ejemplo de superación y perseverancia. Su historia es una lección sobre la importancia de mantenerse firme frente a la adversidad, confiando siempre en el proceso y en las propias capacidades.